viernes, 18 de noviembre de 2011

Orientaciones para la aplicación de alabanzas


ORIENTACIONES PARA LA APLICACIÓN DE ALABANZAS



·   Debe ser descriptiva, incluyendo comentarios sobre la conducta. Por ejemplo: “Manuel, has        hecho bien en recoger tus cosas después de hacer la tarea y meterlas en la mochila”.

·   Debe incluir comentarios positivos y motivadores para el/la niño/a.

·   Deben alabarse comportamientos positivos aunque sean poco importantes o sean “lo que debe hacer”.

·   Debe ser sincero/a. Si sólo se ha realizado una parte de la tarea debe reforzársele por ello y luego conviene hacer una pausa y añadir lo que falta aún por hacer. No utilizar la frase “bien... pero”, pues en este caso el/la niño/a prestará más atención a la crítica que a la alabanza.

·   El tono de voz ha de ser agradable y debe evitarse cualquier reticencia o sarcasmo. No emplear frases tipo: “Manuel Ángel, al fin ha terminado la tarea, no me lo puedo creer”. Tampoco hacer referencia a una mala conducta pasada del/la niño/a, como “buen trabajo, no sé por qué no lo has hecho así antes”.

·   La alabanza solo ha de administrarse durante o inmediatamente después de la emisión de la respuesta que se desea incrementar.

·   Es conveniente cambiar las alabanzas para evitar la monotonía.

·   La alabanza mediante sugerencia puede evitar conductas inadecuadas.

·   Inicialmente las alabanzas pueden combinarse con el uso de recompensas, pero una vez que se establezca la conducta deseada se van retirando gradualmente las recompensas y dejar la conducta bajo el control de las alabanzas únicamente.

·   El contacto físico (sentarse cerca, besos, palmadita,...) puede ser un reforzador muy poderoso especialmente a estas edades tempranas. También puede mostrársele atención positiva sonriéndole, haciéndole un comentario rápido, preguntándole algo o realizando conjuntamente alguna actividad.


No hay comentarios:

Publicar un comentario